La importancia de la kinesiología educativa en el desarrollo del niño.

La kinesiología es el estudio del movimiento, por lo tanto la kinesiología educativa es el estudio del movimiento y su relación con el aprendizaje.

El movimiento juega un papel crucial en el desarrollo de habilidades físicas y mentales de los niños, lo cual se da desde que están en el útero. Cuando un feto patea y cambia de posición, lo que está haciendo es algo más que aliviar el malestar físico por estar confinado en un pequeño espacio. El feto en realidad está practicando los patrones de movimiento que más adelante va a utilizar en su vida, y también desarrolla su oído interno. El oído interno es lo que nos da un sentido de equilibrio y la percepción de la profundidad, lo cual nos permite seguir objetos. Esas habilidades son necesarias en el proceso para aprender a leer. De hecho, el desarrollo de las habilidades motoras es parte importante para todas las facetas del aprendizaje, y es por ello que la kinesiología educativa se enfoca en eso.

El movimiento también ayuda a facilitar la preparación académica en el preescolar, ya que esto aumente la motivación de cualquier niño, la confianza y la capacidad de aprender.

La kinesiología educativa aplicada

La kinesiología educativa, también conocida como Edu-K, utiliza el movimiento para poner el cerebro en un estado de equilibrio, de modo que el aprendizaje se produce con mayor facilidad  y eficiencia mientras que la retención y la memoria se mejoran también.

¿Cómo funciona nuestro cerebro?

El cerebro se divide en dos hemisferios distintos o en los lados. El lado izquierdo del cerebro organiza y analiza la información, piensa racionalmente, y ve las partes que componen el conjunto.

Este lado de su cerebro es el verbal y responde al discurso y da forma a las palabras que utiliza para identificar y nombrar las cosas. Lo mantiene en  un registro de tiempo y se definen las acciones en términos de las consecuencias.

El lado derecho del cerebro es el emocional e intuitivo, y ve los eventos como una totalidad y no como distintas partes. Es la parte visual del cerebro, y responde a los colores, formas e imágenes. Se ve afectada por la música, el tacto, y la emoción. De ello se desprende reacciones viscerales y actos en corazonadas.

Tres dimensiones de la kinesiología educativa

Lo que conecta los dos lados del cerebro es un conjunto de fibras nerviosas llamado el cuerpo calloso. Estas fibras transmiten mensajes desde y hacia ambos lados del cerebro. El cerebro tiende a organizarse en tres dimensiones, conocidas en la kinesiología educativa como la lateralidad, enfoque y centrado.

·         La “lateralidad” en la kinesiología educativa es la capacidad de coordinar la izquierda y el lado derecho del cerebro, especialmente cuando las regiones de lo visual, auditiva y cenestésico se superponen. Esta región es donde se desarrollan las habilidades relacionadas con la lectura, la escritura y la comunicación, como así la capacidad de mover nuestros cuerpos de forma fluida y para pensar y moverse al mismo tiempo.

·         El “enfoque” en la kinesiología educativa es la capacidad de coordinar la parte delantera y trasera del cerebro. Esta región está relacionada con la comprensión y nos da la habilidad para encontrar significado e interpretar las experiencias dentro de un contexto adecuado. Las personas que carecen de esta habilidad generalmente tienen trastornos de atención.

·         El “centrado” en la kinesiología educativa es la habilidad de coordinar la parte superior y zonas inferiores del cerebro. Esta región es donde se aprende a organizar, sentir y expresar nuestras emociones y reaccionar de forma racional.

La kinesiología educativa utiliza movimientos naturales del cuerpo para integrar todas las regiones del cerebro para que funcione efectivamente en su conjunto. Los ejercicios de kinesiología educativa ayudan al niño a aprender de forma integral equilibrando todas las zonas de su cerebro.